No habrá dato más contundente: cuando asumió Omar De Felippe, en la 5º fecha,Independiente tenía apenas dos puntos y estaba más preocupado por el promedio del descenso que por una pronta vuelta a primera. Hoy, con una remontada que tiene más que ver con la solidez, el convencimiento colectivo y la eficacia que con el lucimiento, está a tiro de los puestos del ascenso, con un punto menos que el tercero, Crucero del Norte. Y, por cómo estaba la cosa, no parece poco.
Cuando faltan cuatro fechas para el final de la primera rueda, De Felippe está cerca de asegurarse el objetivo que se propuso. No lo dijo de entrada, pero quería que Independiente terminara lo más cerca del tercero, el último que conseguirá un boleto para primera A. Tampoco lo reconoció de forma pública para no tirarle más presión al plantel, aunque sí a sus íntimos: estaba convencido de que podría terminar el año en el podio. Y ya está bastante cerca.
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