En el fútbol no hay invencibles, eso está claro. Pero muchas situaciones pueden darles a los jugadores esa sensación. Para Gabriel Milito, cada vez que le tocaba compartir equipos con Lionel Messi o Juan Román Riquelme, sentía que su equipo no podía perder.
Así lo contó en su biografía Historia de un Mariscal , escrita por Vicente Muglial:
"En toda mi carrera en el fútbol hubo sólo dos futbolistas que al entrar a una cancha yo sentía que si ellos jugaban para mi equipo no podíamos perder. Uno es Messi. El otro, román. Entrabas al campo de juego, lo veías a Riquelme de tu lado y ya era una sensación de tranquilidad. Porque él agarraba la pelota en los momentos más calientes de los partidos. Y no sólo que la agarraba. ¡Era cuando mejor jugaba! Para cualquier futbolista, tener un compañero con esa personalidad y esa calidad para jugar al fútbol es una garantía".
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