MAR DEL PLATA.- Carlos Berlocq y Andras Seppi jugaban el primer set. De pronto los hinchas lo reconocieron y explotó la gran ovación en el patinodromo de la ciudad balnearia. David Nalbandian, con anteojos negros y gorra, se sentó detrás del banco argentino y desde las tribunas bajaron los aplausos.
"Olé, olé, David, David", el canto de los simpatizantes argentinos cuando reconocieron al ídolo de la Copa Davis en la cancha. Nalbandian es el gran símbolo de la Argentina en este torneo. Jugó 50 partidos, con 39 triunfos y 11 derrotas, participó en las series del año pasado ante Alemania y Francia, pero no pudo jugar contra República Checa la semifinal. Eligió estar acompañando al equipo, junto a Schwank y Zeballos y detrás de Martín Jaite. Se sentó junto a Francisco Yunis, entrenador de Berlocq.
A fines del año pasado anunció que se retiraba, tras sufrir varias lesiones. La última, en el hombro, lo dejó definitivamente afuera de las canchas.
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