MELBOURNE.- El español Rafael Nadal admitió hoy que la amplia ventaja que tiene en sus enfrentamientos con el suizo Roger Federer no es casual y se debe a razones concretas.
"Los números por algo son. Uno tiene que apoyarse en los números cuando son extensos", dijo el número uno del mundo tras derrotar a Federer 7-6 (7-4), 6-3 y 6-3 para sumar su vigésimo tercer triunfo en 33 partidos y avanzar a la final del Abierto de Australia.
"Evidentemente, algo ha ocurrido", añadió el español, que reitera constantemente su admiración por el suizo y es sumamente reacio en general a hablar de la superioridad que los números marcan que tiene sobre él.
"Sí, es verdad que yo he sido capaz de encontrar muchas veces cómo jugar a un nivel muy alto contra él", prosiguió el ocho veces campeón de Roland Garros, que no pierde con Federer en un Grand Slam desde la final de Wimbledon 2007.
"De todos modos, el año pasado muchos de ustedes hablaban de que Federer ya no estaba, y empezó el año con final en Brisbane y semifinal aquí venciendo a dos 'top ten'. El de hoy fue un partido que cayó de mi lado".
La final del domingo
Nadal advirtió además de que la final del domingo no está ganada de antemano, pese al 12-0 que exhibe en el balance de enfrentamientos personales con Stanislas Wawrinka.
"Tiene un servicio fantástico y sus golpes de fondo de pista son cada vez mejores. Lo que me voy a encontrar es muy diferente a lo que me he encontrado en el día de hoy. Tengo que jugar a una intensidad muy alta", añadió un Nadal muy satisfecho con su juego de hoy.
"Hoy el revés cruzado ha sido muy importante. Cuando consigo eso y la derecha paralela, soy un jugador mucho más imprevisible. Estoy aguantando la intensidad del partido y los peloteos largos, estoy bastante rápido, con una buena velocidad", opinó sobre su juego.
Nadal se mostró incómodo cuando se le preguntó por la ampolla que tiene en la mano izquierda, y que le obliga a jugar con un apósito protector.
"íVamos a hacer una película ya de la ampolla!", se quejó el español, cuya ampolla, en efecto, tuvo hoy su breve momento de gloria con una sanguinolenta presencia en primer plano en las pantallas gigantes del Rod Laver Arena.
"Ya no hay ampolla, tengo la piel nueva", insistió el jugador, que se hizo atender por un médico al inicio del segundo set para que le limpiaran el área y le cambiaran la protección.
Ausente un año atrás de Melbourne debido a una doble lesión de rodilla, Nadal aseguró que su balance es ya positivo: "Pase lo que pase en la final, el torneo es ya fantástico".
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